José Tomás Cappucci

A partir del año 1858 en la provincia de Buenos Aires se reemplaza el servicio de chasquis por el de mensajería para el despacho diario de la correspondencia y encomiendas con destino a distintas postas de la campaña.
Las travesías de antaño por caminos reales, uniendo postas y mensajerías se realizaban en Galeras tiradas por caballos, dos en la lanza, un ladero de cada lado de los mismos y dos más adelante que ayudaban a arrastrar el vehículo, en uno de ellos montaba el postillón para dar buena dirección a la caballería.
Los viajeros podían llevar consigo bultos de hasta diez kilogramos gratis, pagando el precio de tarifa por lo que se excedieran. El pasaje como elenvío de las encomiendas eran pagados antes de subir al carruaje Los horarios de corrido como las tarifas variaban según las estaciones del año, las galeras cruzaban inmensas soledades, polvorientos caminos, lodazales, dando el característico tumbo, mientras el mayoral restallaba el látigo para azuzar a los caballos.
Eran largos recorridos, motivo por el cual se acostumbraba realizar pequeñas paradas en postas previamente seleccionadas para que los correos cambiaran de tiro y los viajeros pudieran estirar las piernas y beber algún sorbo de agua.
Un viaje se podía extender más de lo previsto a causa de roturas de ejes, vuelco del carruaje, rodada de caballos por culpa de las cuevas de las vizcachas y el mal estado de las rutas, que en épocas de lluvias se convertían en barrizales.
A la pampa se entraba por varios caminos, el más conocido el de Las Salinas, transitado primitivamente por los naturales del lugar y luego por los españoles. En el año 1786 fue explorado por el piloto don Pablo Sisur, que buscaba sal para abastecer la intensa demanda de Buenos Aires y reemplazar la importación de Cádiz (España).
El itinerario fue utilizado por el coronel Pedro A. García, quien dirigió la expedición ordenada por la primera Junta de Gobierno, el 12 de Junio de 1810, a los campos del sur de la provincia, para obtener provisión de sal. En el año 1828 el camino es usado por la Expedición al Fuerte 25 de Mayo en Cruz de Guerra. Las tres expediciones pernoctaron en el Cerrito del Durazno.
Para ir a las Salinas Grandes de Hidalgo situadas a quince kilómetros de Macachín, lugar en que se encontraba el mayor yacimiento de cloruro de sodio, hoy La Pampa, se salía de la Esquina de la sal (Guardia de Lujan), actual Partido de Mercedes, las carretas se internaban hacia el oeste, atravesando la Cañada Los Leones, bordean do el Cerrito El Durazno con abundante agua y pastos, dirigiéndose luego a Las Saladas, mojón natural, cuya denominación de alguna manera refleja el sabor del agua. De ahí en más se orientaban hacia las Chacras de Chivilcoy, para dirigirse posteriormente a 25 de Mayo; a este camino se lo conocía como «rastrillada de los chilenos» o «ruta de la sal» que concluía en Salinas Grandes.

Nos detendremos para recordar que por la ruta de los chilenos, dominio del cacique Calfucurá, era la rastrillada por donde los indios asolaban los pueblos bonaerenses, circularon por años -durante la colonia y hasta mediados del siglo diecinueve- miles de vacunos robados a las estancias que eran llevados al otro lado de la cordillera y transitaron cientos de inocentes cautivos sometidos a servidumbre por los araucanos.
Los baquianos, conocedores de caminos, trochas y atajos, aconsejaban recorrer esta senda, de noche y con suficiente provisión de agua, en los meses de octubre a diciembre, período en que soplaba el viento fresco del sudoeste. De noche para atenuar los rigores del calor, evitar los mosquitos y tábanos haciendo de esta manera más rápida la marcha debido a que los animales no se detenían a pastaren la oscuridad.
Por el extremo noroeste del Partido de Suipacha, rectángulo que limita con Carmen de Areco y San Andrés de Giles, cruzaba una antigua ruta de carretas que llevaba a Córdoba y a las provincias del interior del país, conocida como Camino de Postas y Carretas. Es posible que en el año 1836, transitara por este camino la comitiva de Facundo Quiroga, que marchaba para interceder en el conflicto que mantenían los gobernadores de Tucumán y Salta respectivamente, partiendo de la Posta de Figueroa, situada en el Partido de San Andrés de Giles. Al regreso de este viaje, Quiroga sería asesinado en Barranca Yaco.
El camino de Las Saladas era muy transitado por los indios y muy poco poblado a principios del año 1800. El terreno presentaba pequeñas lomadas extendidas de NO a NE. Viejas crónicas nos hablan de la volanta de Villa Poll, carruaje de dos ruedas que hacía servicios expresos a las estancias de la zona y unía a Navarro con Chivilcoy.
El Anuario de Correos del año 1859, editado por la Dirección General de Correos, publicó la nómina de Carreras de Postas y Mensajerías, las que contenían los itinerarios y distancias de un lugar a otro.
En el recorrido N° 21 de Buenos Aires al pueblo de Chivilcoy, distante a 41 leguas, se partía en tren desde la estación de ferrocarril Once de Septiembre hasta la estación San Martín en Flores, descendían los pasajeros y eran llevados a la cercana posta La Figura. En verano se partía a las siete de la mañana de la Figura, punto inicial del trayecto, luego se atravesaba al galope La Cañada de Morón en dirección al puente de Márquez, para dirigirse a las postas Providencia y Cañada de Escobar respectivamente, desde allí se hacían tres leguas para arribar a la Villa de Luján, se detenía el vehículo en este pueblo, para retomar después el camino hacia la Cañada de Irrazabal, encontrándose tres leguas más adelante la Villa de Mercedes, de ahí en más a campo traviesa se llega al arroyo Moyano, continuando tres leguas para llegar al paraje Los Leones, donde resumiblemente se efectuaba una parada de quince a veinte minutos, para beber algún sorbo de bebida en la Pulpería de Luengo y permitir reposar a los viajeros. Se marchaba al galope hasta el Cerrito El Durazno, lugar de pastos y agua abundante, se hacia el recambio de caballos y se continuaba hasta el Cantón Las Saladas, distante a cuatro leguas, para inmediatamente internarse en Médanos de las Averías y hacer una legua más para llegar a las Chacras de Chivilcoy, de este sitio se empalmaba con el camino a Cruz de Guerra en 25 de Mayo.
Existieron en aquella época dos empresas con pintorescos nombres que se dedicaban al transporte de pasajeros y encomiendas de la región, una llamada La Brisa del Desierto que comunicaba la Capital con los pueblos situados al oeste de provincia, la otra de nominada Del Comercio de los Pueblos que tenía como itinerario Las Saladas, Chivilcoy, Bragado y 25 de Mayo entre otros lugares.
En el año 1871 pasa por el partido de Suipacha la expedición inglesa que buscaba una posible ruta para construir el ferrocarril trasandino, dirigida por Sir Crowford, siguiendo las rastrilladas, que se encontraban sobre terrenos duros y altos, que eran fácilmente divisables desde el caballo.
El ferrocarril dio el golpe de gracia a este medio de tracción de sangre, transporte que empleaba carruajes que perdieron eficacia y velocidad a medida que se habilitaban nuevas vías férreas. Recién en el año 1866 llega el Ferrocarril a Suipacha, habilitado solamente para cargas y en el año 1875 se autoriza como parada de pasajeros y despacho de encomiendas y correspondencia.
La primera estafeta, con buzón y venta de estampillas, antecesora del correo actual, comenzó a operar en el año 1880 en el comercio de Avendaño, Martínez y Cía. La sucursal de correos fue habilitada al público en el año 1895.
Años más tarde con la construcción de nuevas y mejores carreteras y con la incorporación al vehículo automotor como transporte de pasajeros y encomiendas, originan la desaparición por completo del servicio de volantas y galeras.

Texto publicado en el Diario El Clásico Local el 23 de Julio de 2005

Bibliografía Consultada:
«Anuario de correos del año 1859» – Administración General de Correos.
Las mensajerías y las Postas de la Pcia. de Bs. As. desde 1852.- Por Ramón Castro Esteves. Delegado de la comuna de Chivilcoy. Año 1941.
Crónicas del viaje del señor Narciso Parchappe a la Cruz de Guerra – Fuerte 25 de Mayo – Año 1828.
Apuntes para la Historia del Partido de Suipacha del Prof. Arístides M. Testa Díaz 1974.
Historia de la Pcia. de Bs. As. y formación de sus pueblos. Suipacha y Evolución Política por Antonino Salvadores – Vol. II – Año 1941.
Travesías de antaño por caminos reales, postas y mensajerías por Carlos A. Moncaut. Ed. El Aljibe – C. Bell – Año 1993.