Un breve recorrido por el fútbol de Suipacha

Introducción

El fútbol es el deporte que más exteriorizaciones ha tenido en Suipacha. Puede decirse que regularmente se juega, con algunos intervalos, desde el año 1914. Los veteranos entrevistados evocan con emoción su época, aportando detalles desconocidos,  la falta de registros hacen difícil la tarea del narrador. El fútbol es el pasatiempo que unifica a las  clases sociales.

Casi todos  recordaban haber jugado a la pelota, sólo bastaban  dos arcos y marcar con cal el suelo. En los primeros, tiempos se jugaba en los potreros  existentes alrededor del centro  y se establecían líneas laterales imaginarias que se respetaban.

Las primeras pelotas eran de cuero cocidas con tiento y cerrada en el centro – polo superior- en donde estaba la abertura para el pico para inflarla, eran duras cuando se mojaban y  hacían doler la frente al cabecear. Algunos con de tal de patear un rato fabricaban pelotas de trapo confeccionadas con medias  rellenadas con  plumas o estopa; a veces  utilizaban una vejiga de buey.

Como sucedía con todo deporte había que respetar ciertos códigos,  mover el balón desde el centro,  elegir  el arco con el sol a favor,  de común acuerdo se trazaba una línea  en el piso y se colocaban ambos capitanes en uno y otro extremo, a la voz de un tercero iniciaban el acercamiento, hasta que uno de los dos pisaba el pie del otro al encontrarse frente a frente, el  capitán  ganador era el que daba el puntapié inicial.

En otras oportunidades los capitanes se sometían a un  sorteo,  entonces el referí arrojaba una moneda al aire y  daba la preferencia al equipo visitante para que eligiera entre cara o cruz. El ganador podía optar por preferir elegir el arco o dar el puntapié inicial. Era costumbre el ingreso por él medio de la cancha, se daba una vuelta en círculo y se elevaban los brazos al cielo dando las hurras.

En los encuentros de entre casa se jugaba sin árbitros y  existía un acuerdo tácito sobre lo que se consideraban faltas graves, ante cualquier duda  se ejecutaba la infracción sin el menor rezongo. La indumentaria era lo de menos, se jugaba con lo que se tenía,  con pantalones cortos  o largos arremangados hasta las rodillas, con o sin zapatillas y  una vincha para sostener el pelo que caía sobre los ojos. Contar con camisetas era algo difícil de alcanzar por su costo y mucho menos tener una pelota de cuero y los apetecidos botines. Se jugaba al ras del piso, eran amantes del toque cortito y cuando menos se esperaba  salían raudamente hacia el arco contrario. En las canchas no sobresalían los carteles de propagandas comerciales. Los hinchas eran fieles seguidores de sus equipos y se enloquecían de alegría viendo que su conjunto respectaba la pelota y mostraba caballerosidad y elegancia en el juego.

Quienes nunca jugaron sobre piso de tierra, no conocen el desafió de pelarse las rodillas al caerse o levantar polvo en cada corrida. Los mismos también se disputaban   sobre el pavimento con una pelota de goma, se elegían  calles de escaso tránsito y   terminaban  abruptamente ante la rotura de algún vidrio en una casa vecina o el balón iba a parar al patio de una vivienda.

Anécdotas

Recordaremos un episodio que le ocurrió a nuestro ex-convecino  Don  Oscar José Delfino, que jugando de arquero en la reserva del Club Huracán, en un partido de los sábados, la pelota le quedó detenida  sobre el travesaño, entonces salta y la toca hacia atrás cediendo al córner.  Fue un episodio risueño y  muy comentado  por  las radios de Buenos Aires.

Cancha frente al Hospital

Donde hoy  está la pista de atletismo lindera a la Planta de Agua Potable, existió una cancha en la que se desarrollaron varios campeonatos amateurs entre 1905 a 1936, sitio en que los primeros hinchas  hacían oír sus gritos y los capitanes pugnaban por elegir los arcos sin el sol en contra por la escasos  árboles existentes para protegerse de los rayos, enemigos de los arqueros.

En cierta ocasión se debió suspender momentáneamente un partido ante la travesura  cometida por un chiquilín cuando se disputaba un encuentro entre   un equipo de  J. J.  Almeyra con uno local; en el mismo momento que  se tiraba el  penal a favor de los locales, apuntó con una honda en la cola del arquero de  Almeyra para distraerlo; ese niño se llamaba  Ismael Melo, más conocido por “El Gato”.

Cancha de Ferro

En la década del cuarenta existió la cancha frente a la carpintería de René Correa (Fragata Sarmiento y Mendoza hasta Rioja) el sitio  hoy está cubierto de eucaliptus. Hay diversas opiniones sobre las medidas, seguramente media   90 x 60 metros, era un perfecto rectángulo. Se usaba como vestuario un viejo vagón de madera del ferrocarril, al que le habían sacado las ruedas y acondicionado cerca del desvío de las vías y de la cancha de bochas, atendida por los ferroviarios “El Pera” Rocamán y M. Frugotti. Se disputaban animados partidos entre El Ceibo, El Trébol, Ferro y Chacarita, todos ellos contaban con  hinchadas muy ruidosas. Según relatos orales, el barrio tenía un equipo integrado en su mayoría por empleados de la ex – fábricade leche «La Beti Aurrera» y otro que se llamaba River que utilizaba una camiseta blanca con banda roja muy similar a la de los millonarios.

En el certamen del año 1942 que se llevó a cabo  un torneo en el que participaron  El Ceibo, El Trébol, Ferro, Newells, Las 14 y Chacarita. Los gastos de las camisetas, pelotas e infladores fueron solventados con los aportes de comercios  y coletas.

 Un amistoso jugado contra mercedinos se transformó en furia, con golpes y una batalla campal, en la oportunidad “El Gringo” Vitelli, encerró bajo llave a los jugadores visitantes en el vagón  vestuario.

Cancha  en el “La Cortada de Cepeda”

En la década del treinta donde hoy se levanta la Escuela Nº 501 en Suipacha Chico, estaban los galpones de la casa  Salaverry  para el acopio de cereales. La cuestión era, que entre éstos y las vías del ferrocarril  existía una franja de terreno alargada, nivelada por los mismos  muchachos que la usaban los fines de semana. Sus arcos eran rudimentarios, uno de ellos daba espalda a la hoy calle Domingo Faustino Sarmiento y el otro a la calle  Balcarce. Estaban en juego modestos  premios, la valla menos vencida se hacía acreedora de una bolsa de naranjas.

Se tiene memoria que en el lugar se llevaron a cabo partidos entre Suipacha Chico y Las 14 Provincias, éste último dirigido por Tomás Cuenca, cotejo en el que los jugadores desplegaban buen fútbol.

Canchita frente a la Estación del Ferrocarril Sarmiento

En donde hoy está la Plaza Almirante Brown, se construyó durante la  administración de Oscar Delfino (1952) una pequeña canchita de fútbol, fue escenario de la gran rivalidad  existente entre los jóvenes de la Costa Brava y de Suipacha Chico. Eran cotejos atractivos y pasionales, se iniciaban a las 13,30 y continuaba por dos o tres horas, durante el mismo se iban produciendo reemplazos de jugadores por los recién llegados, hasta que al final, por cansancio se iban retirando y uno de los dos equipos quedaba como ganador por varios goles de diferencia.

A menudo ocurrían incidentes por las infracciones  en el juego. El recordado Bernardo Massa (Hacha Brava) cubría  sus piernas con cartones que sacaba de las botellas de Cinzano para  de contrarrestar los golpes en las piernas.

Supieron jugar en este campo  Hermes Calvo, René y Héctor Correa, Beto Deluchi, Videla, Pocholo Deluchi, Juan Carlos Cepeda y Pipo Frattini entre otros.

Campo de Deportes Municipal

La Municipalidad de Suipacha adquirió dos fracciones de terreno cuando transcurría el año 1930, uno para construir el Hospital –habilitado recién en 1948- y el otro para levantar el nuevo estadio. A principios de la década del cincuenta, durante la administración de Oscar Delfino se levantó el field en su  actual emplazamiento. Entre sus obras principales merecen mencionarse:  vestuarios,  forestación,  alambrado olímpico interno, arcos, se demarcó  la cancha y se construyó una pista de atletismo.

Durante varias temporadas los domingos a la tarde, se realizaron campeonatos con la participación de Colegiales, Sarmiento, Dínamo, Newll”s y Sportivo Suipacha que contaban con un plantel de muy buenos  jugadores. Cabe acotar que el Club Comercio participó en una sola ocasión en el año 1955.

Por iniciativa de la Comisión de Educación Física dirigida por el señor Laurentino Hernández,  a partir de 1958 se llevaron a cabo campeonatos de mini fútbol con participación de equipos  de Suipacha, General Rivas, Mercedes, Chivilcoy  y Gorostiaga. Asimismo, fecunda fue la labor con los niños organizando campeonatos infantiles y alentando la participación de los padres en los torneos de Papi Fútbol, en donde  las familias  manifestaban de forma festiva sus afectos por los colores de su barrio.

En el año 1959 durante la administración del Doctor Antonio A. Baroni se construyó la entrada ornamental, con vestuarios, taquillas, baños con ducha, depósito y sanitarios para el público. Fue el epicentro del deporte durante muchos años, sede de las eliminatorias zonales, campeonatos Evita, partidos de básquet y vóleibol. En él Defensores de Suipacha actuaba como local.

En el año 1962 la Comisión de Educación Física dotó de muebles a la administración de estadio, realizó tareas de mantenimiento y mejoró el césped del campo.

En el año 1964, con motivo de la celebración del Centenario del Partido de Suipacha, la subcomisión de deportes del municipio organizó un torneo de fútbol inter – secundarios con colegios de Mercedes, Suipacha y Chivilcoy. Contó con la presentación estelar de Defensores de Suipacha enfrentando a la tercera especial del club Vélez Sarsfield de Buenos Aires. Hubo además  un cuadrangular, siendo el primer partido entre Los Bohemios vs. La Guadaña y Defensores de Suipacha vs. Juventud Unidad de Suipacha Chico.

Las penas

Los que cometían infracciones podían ser expulsados temporalmente, susceptibles de volver durante el mismo partido. Los auxiliares de los árbitros corrían su lateral, desde el “córner” a la línea del centro del campo de juego, haciéndolo el juez en diagonal de “córner a córner” El juez de raya debía vigilar el lado opuesto, no podía decidir por cuenta propia, salvo informando al árbitro.

Durante un campeonato, que no podemos precisar bien la fecha, el tribunal de arbitraje aplicó una pena al jugador Vichín Matalabos por  mala conducta y agresión calificada como antideportiva, lo sancionan con  99 años de suspensión, tiempo después le fue levantada con motivo de una amnistía decretada  en vísperas de una fecha patria. En ese ínterin se vivió un clima enrarecido contra los integrantes del Tribunal de Disciplina integrado por los señores José Arias, Héctor Alfuso y Julio Alcalde.

Campeonatos en el Prado Belgrano

El 15 de agosto de 1918 se inauguró el Prado Belgrano, hoy ocupado por el Instituto Privado San Luis, en sus orígenes fue cancha de tenis y a mediados de siglo XX se convirtió en una cancha reducida y pista de ciclismo. Quienes lo conocieron, no podrán olvidar  la bomba  y la casilla de madera para el cuidador. Sobre la calle Rivadavia  hermosos jardines de geranios  alegraban la vista y  juegos infantiles invitaban a los niños a disfrutarlos. Lo circundaba un alambre perimetral y con frente a la calle 9 de Julio una cortina de plantas de Moras blancas y negras que brindaban una sombra acogedora y sobre Belgrano añosos Paraísos.

Fue iluminada para los torneos de baby, mini  y papy fútbol entre los años 1955/1957 que se realizaban en noches de verano al que asistían familias enteras para ver jugar a sus hijos y amigos. Participaron las escuadras de Colegiales, Dínamo, Sacachispa, Trébol, Cometa y Chacarita.

A principios de la década del sesenta se organizaron campeonatos de papi-fútbol con cierta paridad de fuerzas, intervinieron El Frontón, La Diagonal, Panadería Torres y La Espiga de Oro. Entre los jugadores más recordados están Miguel Cappucci (Naranja), Basilio Calvo (Bachi), Rodolfo Cappucci (Rolo), Manuel Féderico, Roberto Rojas, Ramón Vásquez (El rana), Terille, Ireneo Moras (Garibaldi) y Horacio Gaspar Álvarez.

Fueron animadores inolvidables en el baby fútbol  el  Laucha Iriarte, José Iglesias, Enrique Llera, Cacho Cámpora, Miguel Romero, Colorado Molina, Juanchera Gerona, Carlos Clericí, Pepe Echeverría, Miguel  A. Cappucci, Flaco Villafañe, Jorge Pinal, Melano Devincenzi, Rubén Figueroa, Juan Antonio Bianchi, Pedro Castro, González Barrios, Rodolfo Dubarry, Pedro Martínez, Hugo Altamore, Ángel Donatti (Fidel),  Roberto Martínez, Reynaldo Scovenna y otros que el tiempo ha borrado de la memoria.

Generalmente la pitada inaugural estaba a cargo de uno de los tres árbitros más conocidos: Faustino Garay (Tito), Ismael Melo (Gato) o  Lete Almeyra. Fueron cancheros en Prado Belgrano  en éste orden: Juan Pérez y Peralta  hasta su cierre definitivo.

La indumentaria de los equipos se componía de camiseta del mismo color y una diferente para el guardavalla. Los botines para jugar en cancha grande eran de cuero, sobre la suela travesaños con tapones cilíndricos del mismo material.

El poder de los colores que representaban y simbolizaban a los clubes durante los campeonatos de baby-fútbol fueron: Colegiales con Celeste, Dínamo vistió el Rojo-Verde con rayas blancas, El trébol usó primero la camiseta de San Lorenzo y después la de Atlanta. El Club Sacachispa blanca con rayas verticales rojas parecida a la de Estudiantes de La Plata, El Cometa blanco con V azul en el pecho parecida a la que utilizaba Gimnasia Esgrima. Chacarita roja, negro y blanca, Ferro verde con vivos blanco en mangas y cuello. Newll”s  negro y rojo y Sportivo Suipacha blanca con una banda roja.

Los Directores Técnicos que dejaron sus huellas en el baby -fútbol y salían a la cancha acompañando a sus conjuntos fueron Polito Focante y  Pepe Lanz por Colegiales, Vicente Sosa y Guite Beltrán por el Dínamo, Luis Simonini por el Trébol, Caburí Echeverría por el Cometa, Coco Andiarena por Sacachispas, Hugo Muzón y  Olindo Melo (el Manco) por   Chacharita. El recordado Hugo Muzón,  popularizó en cada partido  la frase de aliento “Corazón Muchachos”.

Dos jugadores del baby fútbol fichados por Colegiales formaron parte en su juventud de Defensores de Suipacha, me refiero a Enrique Llera (Quique) y  José Iglesias(Kaly), que fueron considerados como  los mejores jugadores del momento, eran puros, sin la contaminación que generaba el profesionalismo. Para jugar al fútbol no les hacía falta pegarles al contrario y nunca una patada de atrás y menos lastimar al rival. Enrique Llera se probó en Gimnasia Esgrima de La Plata. Eran dos cracks que sabían el oficio desorientando a los adversarios con sus pases cortos.

Cancha reducida en Suipacha Chico

El 25 de Mayo 1959 en  Suipacha Chico, cerca en donde había estado la cancha de Ferro, en terrenos del ferrocarril, hoy cubierto de árboles, se inauguraba una cancha de reducidas dimensiones, de corta existencia, disputándose el partido inaugural entre El Fortín y Lonquimay, integrado por alumnos de la Escuelas  Nº1 y 6; que fue muy recordado por la cantidad de goles convertidos.

Canchita de la Escuela Nº8

A fines de los años sesenta se construyó una canchita en el “Barrio Las 14 Provincias”, en el fondo del terreno en donde hoy se levanta la prolongación del edificio de la Escuela Nº8.

Cancheros unidos por una misma pasión

La Comisión de Educación Física de Suipacha ejerció el gobierno y la administración del campo de deportes. Los primeros años contó con modestos vestuarios, hasta que en 1959 fueron remodelados y se incorporaron nuevas comodidades. Sus cancheros más recordados: señores Cipriano Velázquez y José Suárez.

Árbitros

El juez era la única persona autorizada para cambiar el balón, el club local debía facilitar dos pelotas en buenas condiciones y perfectamente infladas. Se podían efectuar algunos cambios de común acuerdo entre los capitanes y el referí.

Los árbitros  en ocasión de la realización  de campeonatos locales,  no estaban obligados   a usar la vestimenta que hoy los caracteriza y a superar las pruebas de condición física para dirigir encuentros. El más conocido fue don Faustino Garay (Tito), bastante áspero si se les discutían sus decisiones. De la localidad de J.J. Almeyra llegaban Orellana y Di Catarina, que mostraban  calidad y conducción. En cada jornada se realizaban dos partidos a partir de las 14 horas con asistencia de numeroso público, se distinguía la presencia de hinchas femeninas fanáticas. 

 Equipos y  Jugadores

Cada una de las historias aquí reunidas abrirá  un espacio para la emoción; fueron recogidas de boca de ex jugadores que en más de una oportunidad la memoria les jugó una mala pasada. Hubo varios protagonistas que se coinvirtieron en figuras de sus equipos, dentro del área adversaria fueron temidos  por sus disparos y  oportunismo. Algunos llegaron a ser integrantes destacados del combinado local.

En los inicios del fútbol,  el sueño de los pibes era formar un club de fútbol con los chicos del barrio, la sede social era el garaje de alguna casa de familia. La única excepción fue el Club Comercio, el decano de las instituciones, que contaba con personería jurídica y sede. De esta manera también nacieron Newell”s cuyo nombre le daba un toque inglés. Sportivo  Suipacha, Juventud Unida la pionera, El Ceibo en honor a la flor nacional, El Trébol flor de los campos irlandeses, Chacarita, Ferrocarril Oeste recordando a los equipos de primera división de Argentina, Deportivo Rivas y Colegiales entrañablemente nuestros.

Habilidosos y Talentosos

Para conocimiento de los lectores, entre los grandes jugadores que fueron sensación, hemos podido rescatar los nombres de Héctor Echave (El Vasco), Miguel Goeghegan, Patricio Geoghegan (El zurdo), José Echeverría (Caburí), Eldo Stábile, Alemán Stábile, Cacho Quintana, Víctor Carretto, Bartolomé Lizarribar, Hugo Simonini,  Alfredo Pinal, Juan Alfuso, Hermanos Allesa, Dorado, Abel Vázquez (El Rana), Italo Portaluppi, José Benedetto, Vichín Matalabos, Juan Carlos Cepeda, Manuel Féderico  y otros que han quedado en el olvido.

Club Juventud Unida

El Uno de los primeros clubes en formarse fue Juventud Unida, con este nombre llegó a ganar varios títulos. Es el pionero,  fundado el 24 de junio de 1903, se convirtió en el primero en afiliarse a la Liga Chivilcoyana, fue quizás el número uno en defender los prestigios de nuestro fútbol fuera de Suipacha.

Club Atlético Comercio

En la actualidad es la  institución deportiva  con más antiguedad, con personería jurídica obtenida el 13 de agosto de 1916.  Club social de mucho arraigo, recién en la última parte del siglo XX se observa una mayor participación en el área deportiva.

Club Deportivo y Social de General Rivas

Fue fundado el 24 de agosto de 1930 por iniciativa de los señores Juan Pérez y Carlos De Dionigi, al año siguiente (1931) obtiene su personería jurídica. Su plantel no le temía a ningún rival, en sus formaciones sobresalía  un muchachito que parecía tener un cañón en su pié al ejecutar los tiros libres, lamentablemente  no hemos  podido obtener su nombre.

Club Atlético y Social Colegiales Oeste

Los pibes de la Escuela Nº 1  formaron con la ayuda de Don Ángel Stábile el Club Colegiales, el primer paso fue convocar a una asamblea después del horario del colegio.  Este club fue fundado el 16 de agosto de 1930, hoy sobrepasa las ocho décadas de existencia, es una entidad que goza de muchos simpatizantes.

Aún hoy resuenan los ecos de  los clásicos Sarmiento vs. Colegiales, con electrizantes delanteros que marcaban casi siempre goles. Fue se ha podido recoger entre sus jugadores los nombres de Eldo Stábile, Alemán Stábile, Cacho Quintana, Ricardo Cusa, Víctor Carretto, Deleo, Lorenzo Lemos, Héctor Braghi, Ismael Melo, Bartolomé Lizarribar, Manuel Féderico, José Lanz, Polito Focante y otros.  Sin duda el jugador sobresaliente fue el alemán Stábile. Las vitrinas del club exhiben los trofeos conseguidos  en  los distintos torneos ganados. Fue considerado uno de los equipos mejor organizados.

A título informativo llevamos a vuestro conocimiento que a mediados de la década del cuarenta se unen con Ferro,  adoptándose la denominación social Club Atlético y Social Colegiales Oeste y se cree que fue para reducir costos de desenvolvimiento en sus presentaciones fuera de Suipacha.

Ferrocarril Oeste

Dicho club se caracterizó por poner en práctica  aceitados movimientos de calentamiento, pertenecieron a éste Diego Lemos, Satrustegui, Bernabé Balvidares, Alfredo Pinal  y José Dairó.

Club Atlético Sarmiento

Meritoria asociación deportiva y recreativa de Suipacha Chico, levantada con el esfuerzo propio de los asociados. En la década del cuarenta se instaló en los terrenos del ferrocarril con frente a la calle Fragata Sarmiento y Mendoza, allí ubicó el campo de juego. A principios del año cincuenta se trasladan a su actual inmueble. En la actualidad cuenta con una cómoda sede social y pista que  fue utilizada como cancha de básquet.

Sus fanáticos alentaban con bombos y cánticos, entre los jugadores recordamos a René Correa, Tero Correa, Italo Portaluppi, José Benedetto, Juan Carlos Cepeda, Chivo Rivero (Chivilcoyano), Gautón (Chivilcoyano), Altamorero, Vichín Matalabos, Salvatierra, Botana y Luis Batista.

El Ceibo

Nació en un tiempo de mucho fútbol, su escuadra más poderosa la integraban Miguel y Patricio Geoghegan, Matelo, Oscar Delfino, Alemán Stabile, Carlos y Marcos Guichón, Patricio Flores y Diego Lemos.

Comenzó disputando campeonatos en la vieja cancha de Ferrocarril Oeste,  el clásico con  “El Trébol” atraía mucha concurrencia.

En cierta oportunidad se registro un lío descomunal cuando ambas hinchadas se trenzaron en lucha, dejando varios lesionados, lo que fue motivo de comentarios durante la semana siguiente al partido disputado.

 El Trébol

Un jugador que dejó una profunda huella fue el Mocho Sansaverino, que con la tranquilidad que lo caracterizaba hizo numerosos goles, al mismo lo acompañaban  el arquero  Isidro Arteche, Antonio Melo, Chino Patriarca, Ismael Agosta, Lete Almeyra y Alfredo Pinal. Este última mostraba velocidad y apetito ofensivo.

Las 14 Provincias

Tenían como costumbre al entrar a la cancha hacer un círculo en el centro y todos encimar sus manos sobre el capitán para dar tres gritos para darse confianza.

El  fue uno de los primeros reductos desde donde se impulsaba la práctica de de éste deporte. Así nacieron Tomás y Pedro Cuenca completaban el  elenco de notables Olindo  Melo,  Ullua, Tello y Hugo Muzón. 

Club Newell”s

Durante la época de oro brillaron  jugadores de buena marca y juego, ficharon  a Dondín Palacios, Hugo Simonini, Alfredo García, Tachito Chiangazo y Jorge Iribarne.

Sportivo Suipacha

Nunca falta un memorioso para aportar datos, supimos que don Juan Alfuso fue el presidente y entrenador al mismo tiempo, jugaron para esta escuadra el  Vasco Vigñau, Allesa, Dorado, Ramón Vázquez (Rana), Galleta Martínez, Piolo Bistuer, Videla  y Tante Arainty.

Club “El Dínamo”

En la década del cincuenta,  una noche se reúnen varios jóvenes, el sitio fue debajo del escenario del Cine Teatro Español, así  nacía el club Dínamo. Cuentan los protagonistas que aún hoy viven, que  facilitaron la entrada al lugar  los acomodadores del cine, los jóvenes  Bernabé  Balvidares y Basilio Calvo, eso sí, había que ingresar hurtadillas del Ruso Caviglia, empresario que regenteaba el cinematógrafo. De la reunión participaron Lete y Pacheco Almeyra, Momia Lemos, Bernabé Balvidares, Basilio Calvo, Miguel  Gaynor y Guite Beltrán. Fue elegido presidente Don Vicente Lucio Sosa y Vicepresidente José María Botta y se constituyó la sede provisoria en  la confitería La Ideal que hace cruz con Iglesia.

A principios de los cincuenta descollaban entre los primeros jugadores Carlos Melo, Héctor Echave, Lete Almeyra, Bernabé Balvidarers, Héctor Bistuer, Jorge Lemos, Basilio Calvo, Jesús Balvidares (Chocho), Miguel Gaynor (El inglés), José Echeverría, Pacheco Almeyra y Juan Carlos Bistuer.  El primer team infantil tenía como jugadores a Carlos Mayor, José Echeverría (Pepe), Hnos. Juliano, Luis Darritchon, Luis González, Pinocho Quintana y Aníbal Bartolomei.

En la formación del año 1963  fueron sus atracciones Traverso, Melo, Daguerre, Bistuer, Ingés Almeyra, Lara, González, Mario Almeyra y Márquez

Defensores de Suipacha

A mitad de la década del cincuenta el fútbol de Suipacha comienza a sufrir una profunda crisis, originada por el conflicto desatado por la aplicación de sanciones disciplinarias que no se cumplían ante la impotencia del Tribual de Penas, agregado a todo ello el gasto excesivo que tenían los clubes en pagos de viáticos a jugadores forasteros.

Luego de un interregno, llegamos al año 1959, oportunidad en que se convoca a los buenos jugadores de nuestro medio para formar  el combinado que recibe el nombre de Defensores de Suipacha con el fin de participar en los campeonatos de la Liga Mercedina de Fútbol.  Su camiseta era de rayas verticales negras y amarillas. En ese año -1959- el combinado de Suipacha tuvo un debut mediocre, en los años 1960 y 1961 sale subcampeón, en 1962 logra el tercer lugar en la tabla y uno de sus momento más inolvidables fue la conquista del título de campeón de la Liga Mercedina  en 1963  sin haber perdido ningún partido. Años después volvió a saborear otro campeonato en 1967.

El estadio municipal  fue testigo de partidos célebres, entre ellos los del combinado local, que se presentó a competir por la gloria con los veteranos de Boca  y tiempo después con los de Huracán. El equipo de Defensores de Suipacha  enfrentó a diversos equipos de la Capital Federal y de otras ciudades en partidos amistosos, uno de ellos, fue el encuentro disputado  con la tercera especial de Vélez Sarsfield en octubre de 1964 en Suipacha.

Integrantes del mítico combinado de 1964, a saber: Abel Vázquez, José Iglesias, Enrique Llera, Jesús Balvidares, Héctor Braghi, Santiago Daguerre, Mario Almeyra, Pirani, Héctor Carrillo, Gamarra, Chocho Scovenna (de Morón), Mario Almeyra, Assalino y Ferreyra. Director Técnico Héctor Larrañaga y como  Preparador Físico José Brandán.

Merece un párrafo  el entrenador don Héctor Larrañaga  que logró conformar una alineación ideal. Su figura fue admirada por jugadores y simpatizantes, marcó un estilo futbolístico que caracterizó al equipo. En su juventud se destacó como un arquero de manos seguras. Otro baluarte  que acompañó al combinado en su preparación física fue el masajista Don José Brandán, que también incursionó   en el boxeo.

Club Deportivo y Social Macesol

Fue fundado el 19 de diciembre de 1971 por un grupo de amantes del fútbol. Hablar de Macesol es como hablar de Jorge Kelly, quien se desempeñó durante muchos años como presidente desde su fundación. Le siguió en el cargo el señor Jorge Boquín y en la actualidad Daniel Gómez. EL nombre Macesol deriva de la combinación de MA de Marroquín, CE de cereales y SOL de Solpico. Funcionó como un cuadro de baby fútbol siendo campeón en el año 1974, jugaron con una camiseta similar a la de Estudiantes de La Plata para adoptar finalmente los colores verticales amarillo y negro en homenaje a la usada por Defensores de Suipacha. Su sede social cuenta con amplias comodidades, cantina y parrilla para la atención de sus socios.

Sus primeros jugadores infantiles fueron Rogelio Esnaola, Antonio Insua, Igancio Salustio, Guillermo Lawler (h), Telli Cocaro, Juan Lizarribar, Jorge Boquín, Juan Argoytía, José Gallardo y Paulo Marroquín. Actuaba como DT el señor Alberto Ramón Hunt.

En 1974 ingresan con su plantel juvenil a la Liga Mercedina de Fútbol participando hasta el año 1977, después lo hacen en la Liga Chivilcoyana asociados a Banfield de Ramón Biaus durante los años 1978 y 1979. En 1980 se refunda la Liga Suipachense de Fútbol y posteriormente se solicitó el ingreso a la liga de la ciudad de Mercedes. En estas campañas  alcanzaron el título campeón de tercera división uno en Mercedes y el otro en Chivilcoy.

Fueron organizadores de distintos torneos infantiles en su actual campo de juego de  reducida dimensiones, ubicado en la calle Brady entre Santa Fe y Córdoba, en terrenos adquiridos al agrimensor Mario A. García por U$S 28.000. En el año 1987 se habilitó la cancha grande en el predio ubicado con frente a la calle Padre Brady entre Inmigrantes y Calle 34 de esta ciudad. En el mismo se organizó el primer campeonato inter-policial zonal, partidos amistosos y posteriormente fue facilitada para las prácticas del Club Juventud Unida.

Club Deportivo “14 de Marzo” de Ramón Báez

El Club Deportivo “14 de Marzo” de Román Báez tuvo como primer presidente a don Carlos Pérez.  Sobre los jugadores que salieron a defender la camiseta hay escasa información.

Club Juventud Unida de la Costa Brava

Un grupo de personas  tuvo la inquietud de  contar en el barrio con un lugar para que niños, adolescentes y adultos para la práctica de deportes y recreación. El 18 de Julio de 1989 eligen la primera Comisión Directiva presidida por el señor Néstor Alfredo Taborda. En 1990 se adquiere el terreno para levantar la sede social. En 1994 se entroniza una imagen de la Virgen de Luján. En 1995 se construye el salón comunitario dónde funcionó  la Escuela para Adultos 502 y la Sala de Primeros Auxilios. Para esa época se habían elaborados los planos para la demarcación de la canchas de fútbol para niños y adultos, con el fin de desarrollar en el futuro campeonatos de baby y mini fútbol. Se construyeron baños, vestuarios y su perímetro fue cercado con un alambre.  En horas nocturnas, después del fin de las tareas del día, numerosos personas se reúnen para jugar al fútbol  en su cancha iluminada.

Club Juventud Unida de Suipacha

Fue el Club Juventud Unida fundado el 13 de enero de 1992, anteriormente a esa fecha competía en AMFI con el nombre de Club Comercio, dado que esa entidad le  cedía la cancha para jugar  los partido oficiales; pero desde la cesión municipal del predio sito  en 25 de Mayo esquina Entre Ríos, se optó por cambiar la denominación social y reorganizar a la Institución. Eligiéndose por decisión unánime los colores  Azul, Rojo y Blanco para la camiseta.

El  campo de juego se fue mejorando progresivamente  en su aspecto edilicio y de infraestructura, en la actualidad cuenta con sanitarios y tribuna. Sus gastos son solventados con el aporte de los socios, la organización de rifas, donaciones, colaboración  de la comuna y de empresas  particulares vinculados al club.

Para terminar:

Los presidentes y demás autoridades de los clubes, deben velar por el prestigio de sus Instituciones y están obligados a mantener la disciplina de sus planteles y excluir de sus filas aquellos que resulten nocivos para el fútbol.

Los entrenadores y jugadores por su parte tienen la misión de interpretar y respetar fielmente las reglas del juego de fútbol, deben eliminar debilidades y tolerancias hacia elementos que demuestren, con su conducta, ser indignos de vestir la camiseta de sus clubes.

Este es un espacio creado  con el fin de rescatar  el nombre de jugadores que se nos han fugado de la memoria por el transcurso del tiempo.

Queda en las nuevas generaciones continuar con la investigación: ubicación de las sedes,  resultados, trofeos ganados, campañas, goleadores, etc., lo mío es solo un puntapié que se podrá o no compartir, pero es algo para iniciar.

Nota:

Agradezco la colaboración desinteresada aportada por los señores Bernabé Balvidares, René Correa, José Iglesias (Kaly) y Jorge Pinal, que sin su inestimable ayuda hubiera sido muy difícil conseguir los apellidos de los jugadores.

También he recurrido a ejemplares del desaparecido periódico “Suipacha” dirigido por el ex Dr. Antonio A. Baroni  y al libro “Apuntes para la Historia del Partido y Ciudad de Suipacha” del profesor Arístides M. Testa Díaz. Estudio Gráfico La Huella- Buenos Aires, Septiembre de 1974.

Historia del Fútbol para entrenadores y preparadores físicos de Frío Willking, Editorial Ritmos del Ande – Bs. As. 25/5/1965.

Categorías: Historias.