MICRO-RELATOS

Desencanto Todos los días, uno tras otro, caminaba por las calles interiores del mercado de frutas de mi pueblo. Me detenía de vez en cuando, preguntando por la calidad de las frutas y sus precios. Me atrajo una figura hexagonal formada por relucientes manzanas. Súbitamente pensé ¡qué ricas deben ser! Se me despertó el  deseo de comerlas y compre dos. Regresé contento a mi casa. Después de almorzar, tomé una manzana entre mis manos, corté un bastoncito, al acercármelo a la boca noté un olor desagradable. Profundicé el corte, un gusano  salió del centro de su engañosa pulpa blanca. ¡Hola!

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